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Llanura costera del Pacífico y Sierra Madre
Más de 200 kilómetros de playas, altas olas, intrincados canales entre manglares y, detrás, la llanura de la ganadería y las plantaciones tropicales a los pies del imponente muro de las montañas. Un mundo para la aventura o la tranquilidad, la curiosidad naturalista o el avistamiento del mundo rural. Es el paso de milenios para culturas y personas, el reino del cacao y el plátano, el de las aves marinas sobrevolando delgadas láminas de agua junto al rumor del mar.
Depresión central y los Altos
Aprisionada entre elevadas montañas, la depresión central de Chiapas ofrece paisajes que aún ahora nos hacen pensar en los viajeros que llegaban a Chiapas desde el centro de la República en la época de la colonia, atravesando los parajes conformados por serranías, barrancos y grandes valles, rumbo a San Cristóbal, en el corazón de la elevada y boscosa región de los Altos.
Montañas de oriente
La Selva Lacandona, situada en las montañas del oriente de Chiapas, es la mayor porción de selva alta de México. Su riqueza animal y vegetal es cuantiosa, así como los secretos arqueológicos que todavía guarda.
Montañas del norte y llanura del golfo
La región del norte chiapaneco es un mar de montañas de estático oleaje, cortada por grandes ríos que buscan alcanzar la llanura del golfo y poseedora de tesoros de belleza natural, dispuestos a ser descubiertos por e turismo alternativo.
El prodigioso paisaje de las montañas del norte, con sus cascadas, valles y gargantas, inspiró al mayor poeta de Chiapas, Jaime Sabines, quien escribió:
En la finca de Orencio López, llamada El Carmen, municipio de Ixhuetán, Chiapas, conocí las montañas. Las montañas existen. Son una masa de árboles y de agua, de una luz que se toca con los dedos, y de algo más que todavía no existe.
Reserva de la Biosfera La Sepultura
Una de las carreteras más sinuosas y espectaculares de México atraviesa esta reserva que reúne la belleza de las montañas, las selvas bajas que las cubren y el panorama de la llanura costera a sus pies junto al mar.
Cascada Velo de Novia
Ésta es una caída de agua que se desploma por las
laderas del Cerro de Tres Picos. De la carretera
costera parte una brecha de acceso al ejido Unión y Progreso, en donde se encuentra el sitio.
Mar Muerto
Esta albufera, la mayor de la costa chiapaneca, tiene en sus márgenes varias pesquerías y playas accesibles. Debe su nombre a sus aguas tranquilas.
Boca del Cielo
Espectacular espacio donde las verdes aguas del Pacifico y las de los esteros se conjugan para mostrarnos una de las más increíbles creaciones naturales que la costa chiapaneca ofrece. Es la unión de la laguna La Joya-Buenavista con el mar al pie del Cerro Bernal.
Puerto Arista
La playa más concurrida de Chiapas pone al visitante en contacto con el inmenso océano Pacífico, contraponiendo belleza y tranquilidad, en un ambiente de relajada rusticidad.
En sus alrededores varios sitios ofrecen la simplicidad de una vida ligada a la naturaleza. Uno es Cabeza de Toro, colorida población a las márgenes de la laguna La Joya, por donde se deslizan los tradicionales cayucos.
Playas de Pijijiapan
Agua Tendida, Costa Azul, Palo Blanco y Palmarcito son
lugares que por su rusticidad y soledad, pueden ser considerados propios para el turismo que busca contacto directo
con la naturaleza, lejos del bullicio de los resorts.
Reserva de la Biosfera El Triunfo
Esta reserva de la biosfera contiene los últimos ecosistemas de selva de niebla de montaña habitados por el majestuoso quetzal, y otras aves como el pavón, emblemático de Chiapas y cientos de especies animales más; el área también cuenta con vegetación de selva mediana perennifolia, selva baja caducifolia y bosques de encinos, liquidámbares y pinos. Su acceso requiere autorización.
Cascada El Chico
En las cercanías de Acacoyagua se encuentra una caída de agua de más de 30 metros, que constituye un escalón natural de uno de los tantos ríos de Chiapas que bajan de la sierra para terminar en los extensos esteros del litoral.
Las Palmas
Punto de referencia dentro de la reserva La Encrucijada que permite internarse por los canales naturales de los manglares, recorriendo un ecosistema único.
Río Cuilco
Es ideal para practicar el raffling, entre la asombrosa vegetación que caracteriza a la región del Soconusco.
La Encrucijada
Comprendida entre los municipios de Mazatán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Acapetahua, Mapastepec y Pijijiapan esta reserva sobresale por la abundancia de manglares, así como por los canales y los terrenos inundados y estacionalmente inundables. Es particularmente recomendable para la observación de aves acuáticas.
La Piedra
Desde la ciudad de Huixtla, caminando entre cafetales, se puede llegar a La Piedra, un enorme bloque granítico que además de su belleza particular, permite la visión de magníficos panoramas sobre la Sierra Madre.
Barras de San José y de San Simón
Largas y solitarias playas se forman en las barras que separan al mundo de los esteros del mar. Son sitios de una belleza propia junto con la sencilla vida de los pescadores.
Región de la sierra, en torno a Motozintla
Alejada de los circuitos turísticos tradicionales, guarda sorpresas para los exploradores como cascadas, lagos, grutas, bosques y matorrales. Los caminos entre las montañas permiten a los visitantes intrépidos alcanzar lugares casi inaccesibles de notable belleza como la cascada de Llano Grande en el municipio de La Grandeza, el cenote de Miramar en Bella Vista y la gruta de Yalnicum.
Ruta del Café
El café de altura que producen las haciendas cafetaleras del Soconusco compite con los mejores cafetos del mundo. La arquitectura de las haciendas, ahora remozadas, permite viajar a tiempos idos y percibir el aroma del café chiapaneco, además de disfrutar del entorno exuberante. Las fincas Irlanda, Argovia, La Chiripa y Hamburgo, son los eslabones de la Ruta del Café.
Playas de Tapachula y Suchiate
En el extremo sur de México, estas playas habitadas por pescadores, son lugares que combinan la tranquilidad con la belleza natural.
Faldas del Tacaná
La gran altitud del Tacaná, la mayor de Chiapas, permite distinguir en él todos los niveles de clima y vegetación de la Sierra Madre; las faldas de este volcán activo son asiento de cafetales.
La ascensión a la cumbre del Tacaná, con sus 4,100 metros de altura, es un reto para el aventurero. La línea divisoria con Guatemala pasa por ella según el Tratado de 1882. El Tacaná inicia la serie de volcanes de Centroamérica. En las partes más altas del volcán se desarrollan los zacatonales que dan paso en la cumbre al único páramo de altura en Chiapas, constituido por pequeñas plantas que apenas se levantan algunos centímetros para así aprovechar el calor de las capas de aire más próximas al suelo durante las horas de sol. La época de secas, de noviembre a abril, es la más adecuada para subir al volcán.
Valle de Cintalapa y Jiquipilas
Las formas bizarras que el viento y el agua han labrado en sus relieves, los engañosamente mansos ríos, los sabinales, los dilatados campos cultivados y los restos de antiguas haciendas, hacen de este valle uno de los tesoros ocultos de la geografía turística chiapaneca.
Cascada El Aguacero y Cañón Río La Venta
El Aguacero, caída de agua de más de 60 metros, permite al viajero aproximarse a una de las grandes maravillas de Chiapas; era éste uno de los sitios sagrados para los antiguos zoques. Hoy es ideal para el turismo de aventura. El rappel, el canotaje, la espeleología y el descenso libre son actividades posibles en el Cañón Río La Venta que es una de las estrellas del paisaje de Chiapas.
Sima de Las Cotorras
Sima cárstica de más de 100 metros de profundidad soporte de una espesa selva y hogar de miles de aves que dan origen a la toponimia del lugar.
ZooMAT
Se caracteriza por poseer solamente especies animales propias de Chiapas. Se localiza al sur de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez en una pequeña selva de chicozapotes. Es considerado uno de los mejores zoológicos del mundo.
El Sumidero
Una formación geológica que aprisiona al río Grijalva con paredes que alcanzan casi mil metros de altura en las zonas más elevadas y con una longitud aproximada de 38 kilómetros.
El Chorreadero
En abrupto final subterráneo este río forma una caída de agua y pozas de aguas templadas para nadar y descansar, vigiladas por una tupida vegetación que crece entre las rocas de la montaña y a pocos kilómetros de Tuxtla Gutiérrez.
Grutas de Guaymas
De espectacular belleza, son un reto para los espeleólogos. Estas grutas se abren sobre una meseta calcárea de una variada vegetación.
Entre Acala y Chiapa de Corzo
El río Grijalva ofrece uno de sus trechos más hermosos que puede ser disfrutado por la carretera que corre junto a él o navegando por sus fuertes corrientes.
Embalse de La Angostura
El lago artificial más grande de México, resultado del aprisionamiento de las aguas del río Grijalva, puede ser utilizado para la pesca y el deporte.
El Chiflón
Con más de 70 kilómetros de caída, El Chiflón es una serie de cascadas que forman un lugar paradisíaco de pozas color turquesa en medio de los bosques; es uno de los lugares más hermosos de Chiapas. En este lugar, además de la belleza del agua que se precipita en magníficos saltos y de la rica flora, puede observarse el vuelo de hermosas mariposas que acompañan a los viajeros por los selváticos senderos.
Zona de protección ecológica San Cristóbal
El espeso bosque de coníferas, ideal para acampar y practicar el senderismo, a escasos 15 kilómetros de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, es preámbulo del espectáculo cárstico de las impresionantes grutas de Rancho Nuevo que se abren paso por medio de un andador desde el que se pueden observar impresionantes estalactitas y estalagmitas, dignas de leyendas.
Valle de Tzimol
En gran parte cubierto por cañaverales, es atravesado por el río San Vicente, bordeado por soberbios sabinales, dentro del parque La Rejoya.
Cascada El Corralito
Marca el nacimiento del río Jataté, que fluye en medio de una rica vegetación.
Navenchauc
En un valle típicamente calcáreo, las casas y las huertas de Navenchauc comparten el escenario con un llano colmado por las lluvias y convertido entonces en una laguna.
El Arcotete
Es un arco de piedra natural que el río Fogótico ha labrado durante cientos de años, y ha dado lugar a que antiguas cuevas hayan quedado al descubierto por la erosión.
Grutas de Teopisca
La presencia predominante, en gran parte del territorio chiapaneco, de rocas calcáreas, ha dotado al estado de un muestrario geológico que entusiasma no solamente a los especialistas. Éstas y otras grutas hablan de una red de ríos subterráneos que constituye unas de las grandes reservas de recursos del estado. Se dice que muchos de estos sistemas cavernarios de los Altos se encuentran conectados entre sí. Estas formaciones, que han tomado nombres comunes, sugieren al viajero otra interesante excursión por las entrañas de Chiapas.
Lagunas de Montebello
Paisaje extraordinario, las lagunas de Montebello constituyen uno de los elementos naturales más representativos de Chiapas. Tonalidades de color, temperaturas, profundidad y entorno varían de una a otra, dando un carácter y un elemento propios a cada cuerpo de agua.
Lagos de Colón o Lagartero
La belleza natural de este lugar ha sido un foco de atracción desde los mayas hasta la actualidad. Los mayas erigieron ahí un centro ceremonial entre las cristalinas pozas formadas por el río Lagartero, un verdadero paraíso que reúne naturaleza y arqueología.
Como sucede en otros sitios arqueológicos de la entidad, Lagartero no solamente es un gran ejemplo de la armonía alcanzada entre los mayas y la naturaleza, sino que anticipa con maestría el moderno concepto de arquitectura del paisaje.
Río Jataté en Ocosingo
Las tranquilas y cristalinas aguas del río Jataté a su paso por las cercanías de Ocosingo, se convierten en uno de los refugios naturales más bellos para las actividades acuáticas.
Centro Ecoturístico La Cascada
Se ha constituido en torno a una hermosa caída de agua que adorna el paisaje selvático de las montañas.
Cascada Ch'en Ulich
Se ubica en el lugar conocido como Las Golondrinas, y constituye una inmejorable oportunidad para recorrer los senderos de la selva y admirar las maravillas del agua. En sus alrededores se localiza la zona arqueológica de Lacanjá.
Monumento Natural de Bonampak
Forma parte de la Selva Lacandona, esta zona fue decretada como Monumento Natural el 21 de agosto de 1992, cubre una superficie de 4,357 hectáreas. Se ubica cerca del río Lacanjá, a escasos 30 kilómetros de la frontera con Guatemala.
Monumento Natural de Yaxchilán
Dada la importancia de las ruinas de la ciudad maya de Yaxchilán, cuyo nombre significa "piedras verdes", así como por su riqueza biológica, esta parte de la Selva Lacandona fue decretada el 21 de agosto de 1992 como Monumento Natural.
El paisaje se complementa con la imponente presencia del río Usumacinta, el más largo de toda América Central y el más caudaloso de toda la República.
Río Usumacinta
El río más caudaloso de Centroamérica, marca el contorno oriental chiapaneco y forma a su paso algunos de los ambientes naturales más bellos de todo el estado.
Lagunas Najá y Metzabok
La selva se encuentra salpicada de otras hermosas lagunas cársticas dentro de la espesura de la reserva Montes Azules. Metzabok y Nahá, ubicadas en las tierras lacandonas actuales, son algunas de ellas.
Las Nubes
Reúne la espectacular belleza de las cataratas del río Santo Domingo con la tranquilidad de la naturaleza en su máxima expresión.
Laguna Miramar
Rodeada por la reserva Montes Azules, una vasta y espesa selva tropical, se encuentra la mayor laguna natural de todo Chiapas, un complejo paisaje que refleja el azul verdoso de la selva.
Río Busiljá
La espectacular cascada que forma el río Busiljá, al encontrarse con el Usumacinta, es uno de los tesoros chiapanecos, reservado sólo para los aventureros.
Las Guacamayas
El centro turístico Las Guacamayas, enclavado en la Selva Lacandona, invita a los viajeros a combinar
la naturaleza con la aventura, realizando actividades
de campismo y senderismo para recorrer toda la zona.
La estancia en este sitio incluye en primer lugar
la posibilidad del viaje fluvial por las aguas del río
Lacantún, el mayor de los afluentes del Usumacinta,
para adentrarse en la selva dentro de los límites de la
reserva Montes Azules. Aunque es posible observar
muchas especies de animales, la mayor atención la
reciben las aves que dan nombre al lugar, y que lucen
en sus vuelos los encendidos plumajes color escarlata
que las han hecho tan apreciadas en todo el mundo.
Reserva Montes Azules
El área de selva siempre verde más grande en cuanto a extensión y diversidad faunística en México es la de Montes Azules, enclavada en las montañas del oriente de Chiapas, también conocida como Selva Lacandona.
La visita a la selva requiere no sólo de especial ánimo y condición, sino de equipo, entrenamiento, guía, autorización y convicción de profundo respeto. La Selva Lacandona es uno de los últimos reductos de bosque tropical lluvioso que hay en México y su importancia ecológica va mucho más allá de los límites regionales y se extiende, a pesar de su reducida extensión a todo el continente. Ahí se encuentran cantidades inimaginables por kilómetro cuadrado de especies animales y vegetales, muchas más de las que tienen países y continentes enteros. Asimismo, es un lugar de preservación de un patrimonio cultural invaluable pues guarda todavía muchos de los enigmas del desarrollo de la cultura maya desde los tiempos más remotos.
Embalse de Malpaso
Otra de las importantes presas hidroeléctricas que cuenta entre sus atractivos la pesca deportiva, los deportes acuáticos sobre la superficie del lago artificial, así como las visitas a la isla de las tortugas y de las cotorras.
Reserva de la Biosfera Selva El Ocote
Delineada por la larga cordillera calcárea de la Sierra de las Veinte Casas, cuenta con casi 50 mil hectáreas y fue creada en 1982 para preservar la flora y fauna de la región norte del estado. La selva guarda los vestigios de la cultura zoque prehispánica.
La naturaleza cárstica de El Ocote ha formado uno de los sistemas cavernarios más importantes del continente, con más de 200 cuevas, impresionantes ríos subterráneos y simas de más de 100 metros de profundidad.
Laguna Verde de Coapilla
Joya escondida entre las montañas de la Provincia de los Zoques, la laguna Verde de Coapilla está rodeada de bosques cargados de orquídeas y es origen de algunas de las leyendas que sobreviven de los habitantes de la región, conjunción del medio ambiente con la comunidad a través de la tradición oral.
Garganta del Diablo
Sobre el camino entre Tuxtla Gutiérrez y Pichucalco, los matices azules del río de La Sierra, alimentado por decenas de pequeñas cascadas, corren entre las paredes rocosas de una garganta de inusitada hermosura adornada de helechos y grandes hojas. La garganta pasa entre los poblados de Ixhuatán y Solosuchiapa en pleno territorio de los zoques.
El Chorro del Zapote
En las cercanías de Tapilula se esconde el Chorro del Zapote, una caída de agua cristalina que forma pozas ideales para la natación.
Garganta de Itzantún
Los cerros estrechan tanto el paso del río Catarina, que las aguas tienen que pasar con fuerza de chorro, creando un singular paisaje en los alrededores de Simojovel.
Cascadas de Agua Azul
Las cascadas de Agua Azul son otro de los paisajes por excelencia de Chiapas que ya forma parte de las visiones más conocidas del patrimonio natural de México. El sitio cuenta con servicios para el turista, suficientes para realizar una visita cómoda y disfrutar de las primeras cascadas; los viajeros especializados y con un sentido de aventura más pronunciado, pueden hacer uso de guías locales y seguir río abajo donde disfrutarán de cascadas más espectaculares, poco antes de que el río se precipite al Tulijá. El lecho calcáreo propicia el intenso color azul turquesa de las cascadas de Agua Azul y del río Tulijá que, a lo largo de su recorrido desde las montañas del norte chiapaneco a la llanura del golfo, salta varios rocosos obstáculos que crean remansos de belleza inigualable y otras cascadas de variadas dimensiones. Los lugareños ofrecen la posibilidad de disfrutar de esas bellezas acuáticas en varios puntos, algunos con servicios rudimentarios, otros con la ventaja de la absoluta soledad interrumpida por los sonidos de las aves y otros animales propios del entorno selvático.
Cascada de Misoljá
Paisaje que ha traspasado las fronteras por su belleza ya que ha sido escenario de varios largometrajes en los que se resalta su altura de más de 30 metros, y la espesa selva que la contiene.
Agua Clara
En el municipio de Salto De Agua, Agua Clara cuenta con una de las más espectaculares visiones del color azul que el agua encuentra en Chiapas; ideal para practicar la navegación en kayak.
Zona lacustre de Catazajá
Forma parte del paisaje de la llanura del golfo. Ahí, los periódicos desbordamientos del Usumacinta produjeron una serie de hermosas lagunas, donde reposan la aves migratorias en el verano y viven los últimos ejemplares de manatíes. Estos mamíferos del orden de los sirénidos, han propiciado incontables leyendas en toda el área del delta donde se reúnen las aguas del Usumacinta y el Grijalva.
El paisaje mitad lacustre, mitad ganadero de Catazajá es uno de los más atractivos de la porción chiapaneca de la llanura del golfo. Desde la época de los mayas, mercancías y personas navegaban en cayucos por las lagunas y los canales que las conectan hasta los grandes ríos del delta del Usumacinta. En torno a esta naturaleza anfibia, se han creado muchas leyendas, tradiciones, platos típicos que han forjado una identidad única: la de vaqueros que a mitad del año, cambian los caballos por los cayucos y las lanchas, y que con igual destreza recorren los llanos así como las aguas.
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