página(s) : 1/5 Una ciudad de apariencia moderna y con un acelerado crecimiento demográfico, Tuxtla siempre está adornada por la naturaleza, lo mismo por las montañas que le sirven de escenario— es la única de las capitales de los estados de la frontera sur que se encuentra entre montañas— como por la intensa floración primaveral de sus árboles que la tiñen de explosivos colores.
En Tuxtla lo mismo puede uno hallarse en grandes centros comerciales que en reductos de selva como los del Zoológico Miguel Alvarez del Toro o el Jardín Botánico. Lo mismo se puede disfrutar de excelentes restaurantes y hoteles que de una parvada de cotorras sobrevolando el área urbana o encontrarse con antiguos rituales zoques como la "bajada de las Vírgenes de Copoya". Una ciudad que cuenta con los servicios necesarios para satisfacer una gran variedad de gustos. De modesto poblado zoque en la época colonial, Tuxtla Gutiérrez pasó a convertirse en 1892 en la capital del estado. Hoy, en medio de la modernidad, conserva arquitectura, rituales, fiestas y comidas que reclaman su origen.
Centro de la ciudad
Los edificios más emblemáticos se hallan en torno a la Plaza Cívica: el Palacio de Gobierno, edificado en los años 1979 a 1981, el Palacio Municipal, el Congreso del Estado, que recibe todas las tardes a las golondrinas que habitan su cúpula y la catedral de San Marcos. En la misma plaza dos monumentos sobresalen: la estatua de Joaquín Miguel Gutiérrez, héroe epónimo de la ciudad, quien luchó por la instauración del federalismo en la primera mitad del siglo XIX y la estatua de la Libertad, tradicional personaje del centro de la ciudad desde la primera mitad del siglo XX.
En el centro de la ciudad el viajero curioso puede palpar no sólo la cotidianidad tuxtleca sino también algunos de los rasgos de su patrimonio, como el edificio del antiguo palacio municipal, las capillas de los barrios como Santo Domingo y El Calvario, el colorido tradicional del mercado viejo, y los rituales particulares de la capilla zoque del Cerrito o los de la muy singular iglesia de San Pascualito, donde se venera un santo esqueleto.
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