Las impresionantes cascadas de Agua Azul se forman por el río Yaxha o Agua Azul que al final se cruza con el Shumulha. El color azul añil del agua, el verde de la vegetación, la brisa constante y el sonido acuático inagotable, hacen de este sitio uno de los más espectaculares e inolvidables de México.
El acceso a las cascadas se dificulta en temporada de lluvias.
Para contemplar esta belleza natural, es preciso recorrer el largo y sinuoso camino que atraviesa la indomable selva tropical de la Sierra de Chiapas, de gran variedad paisajística.
Alternando las zonas altas y bajas, se pueden admirar verdes colinas, fundidas a lo lejos con el azul del cielo, del que parece desprenderse de pronto el hilo de un río, o avanzar a través de laberintos de frondosa vegetación, donde a la penumbra se esparce la fragancia de infinidad de flores.
Al final, en un amplio claro, se descubren las CASCADAS DE AGUA AZUL, conjunto de rápidos, caídas y remansos de un afluente del río Tulijá.
Rodeado por tan deslumbrante y rica vegetación, cautiva la belleza del río, su brillo y su intenso color turquesa, aunque en días de fuerte lluvia llega a cambiar su colorido.
Al bajar las aguas por los desniveles, se forman hermosas cortinas que tienden su blancura sobre enormes rocas calizas que, a la luz del sol, se tornan doradas. Las diferentes barreras forman piscinas de singular atractivo.
El parloteo de loros, guacamayos y tucanes permite valorar el silencio de este precioso lugar alejado de la civilización y auténtico regalo para los amantes de la naturaleza.
Ver Album fotográfico de Agua Azul.
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