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 Toda la comarca es maravillosa en todo, primero en temple, porque ni hace frío ninguno ni demasiado calor. Hay gran abundancia de toda la comida de los indios, así maíz como ají y todo lo demás que ellos comen. Es la madre del algodón y de allí se visten todas estas providencias. Es tierra llanísima, de grandes pastos para ganados, y a las espaldas tienen las sierras de donde se saca el oro, es del todo semecante a Jericó.
Fray Tomás de la Torre, siglo XVI.
El contacto con el entorno de esta zona, colmada de poética naturaleza e impactantes recursos escenográficos, subyugó a los conquistadores españoles del siglo XVI, quienes a cada paso y ante cada cuadro, observaban, incrédulos, incrementar su maravilla y estupor, ante la prodigialidad con la cual había sido dotada esta tierra fascinante.
Ahora, como entonces, los viajeros que arriban a esta porción del territorio chiapaneco, el Antiguo Camino Real, experimentan, sin duda, el encanto que cautivó a los antiguos colonizadores, más aún, cuando el espléndido escenario natural es actualmente testimonio de la herencia de una singular mezcla cultural, fruto no tan sólo de siglos de colonización española, sino de variados acontecimientos políticos y sociales que directa o indirectamente han afectado el devenir histórico de este pueblo. En esta región coexisten armoniosamente belleza natural, zonas arqueológicas, arte colonial, tradiciones y una espléndida gastronomía.
El recorrido del Antiguo Camino Real se recrea partiendo de Comitán de Domínguez, ciudad situada al oriente del estado de Chiapas, a 163 kilómetros de la capital, Tuxtla Gutiérrez, a 84 kilómetros de San Cristóbal de Las Casas, y a 90 kilómetros de la frontera con Guatemala. La carretera Panamericana (MEX-190) atraviesa la región y es asimismo el inicio de la carretera Fronteriza del sur. El aeropuerto, a 17 kilómetros de Comitán, representa una posibilidad más de acceso.
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