página(s) : 1/2 Cañón del Sumidero
Calcáreas paredes que alcanzan varios cientos de metros de altura, una vegetación exuberante, abundantes escurrimientos que las adornan y que a la vez alimentan el Grijalva, uno de los ríos más caudalosos del país, son algunos de los elementos que conforman uno de los paisajes más impresionantes de México: el Cañón del Sumidero. Las características de este paisaje han permitido que en medio de él se desarrolle una flora y una fauna muy abundante y di-versa, las cuales le han valido para ser decretado por la federación como Par-que Nacional.
La variada vegetación de este lugar cambia según la altura. Dentro de los límites del parque encontramos selvas medias y altas, hábitat de una fauna que incluye aves, mamíferos y reptiles como los que se vislumbran en los recorridos fluviales por el cañón.
En el Cañón del Sumidero hallamos también manifestaciones de la actividad humana, lo mismo en los vestigios arqueológicos que se esconden entre la densa capa vegetal como en la presa hidroeléctrica de Chicoasén, una de las mayores obras de la ingeniería hidráulica con la que cuenta el país, con un embalse de 32 kilómetros de largo y que abarca la totalidad del cañón.
Se puede llegar desde el embarcadero de Chiapa de Corzo. La visita al Par-que Nacional la complementan cinco miradores a los que se Ilega desde la ciudad de Tuxtla Gutiérrez: La Ceiba, La Coyota, El Roblar, El Tepehuaje y Los Chiapa desde donde a diferentes alturas, se puede disfrutar del cañón en todo su esplendor.
La visión del Sumidero desde los miradores es impactante y resulta diferente de la que se obtiene recorriéndolo por el río.
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