Como en todas las regiones de Chiapas, en la costa y el Soconusco, también florecen distintas manifestaciones del arte popular que permiten al viajero admirar y poseer un poco de la enorme sensibilidad cultural de los pueblos que habitan el estado. Ejemplos de utilidad y belleza son los productos de la talabartería de Arriaga y Tapachula (monturas, bolsas, carteras, entre otros artículos), los juguetes populares hechos en la Casa de la Cultura de Escuintla, la alfarería de San Felipe Tizapa y los artículos con troncos de helechos de Unión Juárez. Mención especial merece la producción de cerámica de Tonalá. Hay vasijas, ceniceros, tazas, vasos y otros objetos decorados y barnizados. El impulsor del taller artesanal de Tonalá, Rodolfo Disner, es uno de los principales representantes del movimiento de las artes plásticas contemporáneas de Chiapas. Sus obras en cerámica figuran en museos y colecciones particulares.
Parte importante de la cultura popular de la costa es el mundo de los pescadores. Cayucos, pertrechos y arte de pesca constituyen parte del patrimonio chiapaneco y una ancestral sabiduría de convivencia con el mar. El acercamiento a ese mundo es una alternativa más para un viaje de emociones salpicado de la brisa marina. Las pesquerías no son solamente depositarias de una arraigada cultura popular sino proveedoras de inolvidables manjares.
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